Aviones

Los viajes en avión en vueling fueron muy tranquilos, Palma – Alicante día 12 y Alicante – Palma día 13, el tiempo acompaño y no hubo demasiados sobresaltos, en el vuelo de ida salimos de hora y llegamos con un poco de antelación, solo en la vuelta pareció que el personal del Aeropuerto no queria que abandonaramos la península, nos hicieron bailar como peonzas de una puerta de embarque a otra, de la C43 a la C41 a la C49 a la C39 y mientras los Mallorquines ibamos de un sitio para otro, los de Ibiza que salian un par de horas más tarde se lo montaron muy bien.

Autocar

A la llegada a Alicante nos esperaba JJ para llevarnos al Autocar hasta Jumilla, el viaje de ida fue realmente espectacular con un conductor que nos amenizó con música que creiamos enterrada, bien en el fondo, en el baúl de los recuerdos, los Chunguitos, Los Chichos, la Pantoja, el Fari, Maria Jiménez, ¡Impresionante! los niñ@s cayeron rendidos como moscas en los brazos de morfeo a los mayores el viaje se nos hizo un poco largo y cuando llegamos a Jumilla dimos un grito de alegria, no sé si por haber llegado al sitio o por dejar de oir al Fari (con todos mis respetos a sus fans), creo que JJ captó las 40.000 indirectas que lanzamos por la música y a la vuelta (con el mismo conductor) la cosa mejoró con un repertorio más actualizado, pero sin pasarse de moderno.

El Hotel Pio XII

A la llegada a Jumilla recogimos las tarjetas en recepción y subimos a las habitaciones, bastante correctas por cierto, me resultó chocante que en los 2 dias que estuvimos allí el recepcionista fuera el mismo, ya fuera por la mañana, por la tarde o por la noche, siempre lo veia allí, son duras las gentes de Jumilla, ¡para mi que el buen hombre hizo 48 horas seguidas! el trato fue muy correcto aunque la recomendación para ir a desayunar no fue demasiado acertada y fue un caos total, desperdigandonos por los alrededores para poder tomar algo para afrontar una mañana muy cargada de actividades.