Pep Matas

Los corruptos del ajedrez no estuvieron en Woodstock

 Vosotros diréis lo que queráis, pero desde que los Rollings se caen de los cocoteros el ajedrez no es lo que era. El cambio, brutal de lo que unos llaman deporte y otros ciencia, no lo ha generado la era del ordenador, ni el Iphone ni la maquina, de lo que sea pero maquina. Lo que ha motivado un antes y un después ha sido la prohibición de fumar. !Dios¡ todavía recuerdo aquellas partidas en las que no sabía si estaba en Woodstock escuchando a Jimi Hendrix, o armándome de valor para matar al ‘dragón’. Y si te ponías tonto, cuidado, que te arrojaba sobre tu cara un vendaval de Winston de contrabando recién salido de mis pulmones. Perdón, pero son las cinco y es la hora del té…bueno, pero el caso es que ya no tomo té. O sea que podemos seguir si queréis. Estábamos con el Aqualung de Ian Anderson ¿no?, pues no. Me quedo con Stanley Kubrick y sus partidas de ajedrez. El por lo menos no estaba loco cuando le exigía a un periodista que, para entrevistarlo, tenía que ganarle una partida de ajedrez. No es un genio de las 64 casillas, pero tampoco está como una puta cabra, como estaba Fischer, el genial Boby. Capaz de montar un cristo por la colocación de una silla y, un vez colocada no presentarse a jugar. Ahora ya he dejado de fumar y mi nivel ha bajado la ostia. No es lo mismo, y si lo es, a algo hay que darle la culpa de mi incompetencia. Al final, lo único que no cambia es la corrupción en el mundo del ajedrez. Fumando, sin fumar y con Fischer ya en la otra vida, lo único que vale la pena es jugar por el placer de hacerlo. Y nada más. Me rio de la Electric Ligth Orquesta (ELO), porque en el fondo, si existe una FIDE es para robar. Así de claro. Los directivos y sus queridas viven del cuento, y además de comida, hoteles, viajes y otros dispendios, meten también la viagra entre los gastos de representación. Pero bueno, al final no sé porque he escrito esto. Quizás es porque me acuerdo ahora de gente como Ochoa, que se harta de chuletones cuando los escolares que se juegan el campeonato escolar se aburren de tanto spaguetti, o de todos esos vividores que organizan torneos sólo para ganarse unos euros, sin importarles lo más mínimo la calidad de lo que hacen. Hay excepciones, por fortuna, claro. Por cierto, en  Woodstock sí que importaba la calidad…además de la paz, el amor y todos lo ‘ácidos’ que quisieras. Venga va, mueve que jugamos una rápida. A e4 te hago una siciliana. Me estoy rompiendo la cabeza para ligar el mítico festival con el ajedrez, pero no llego. Se celebró el 15, 16, 17 y madrugada del 18 de agosto de 1969. O sea, que han pasado los 25 y no han llegado los 50 (años), y al tablero le faltan cinco casillas para que coincida con la celebración de los años. Además, todo es una mentira. El festival de Woodstock no se celebró en Woodstock, sino en la granja de Bethel, para que os enteréis listillos. Lo cierto es que estuvo Hendrix, y no sé si le gustaba jugar al ajedrez. La heroína sí, pero eso es otra historia. Por cierto, acabas de perder por tiempo.