Día 11

Varsovía

una sorpresa muy agradable

Este día no había programada competición de ajedrez y nos sirvió para disfrutar de esta bella Ciudad, la familia Santandreu Tost, Ágata y la madre de Toni, Cati, nos esperaban en el Hotel de Varsovia, pero sigamos con el relato. Después de un buen desayuno partimos hacia la estación y tuvimos un viaje de 2.5 horas aproximadamente hasta Varsovia, de este viaje en tren destacar los vagones con cabinas para 8 personas con un pasillo lateral, como en muchas películas ambientadas en trenes del Centro-Este de Europa, muy bonito y sorprendente para un habitante del Mediterráneo, nos tocó un vagón con la distribución de asientos “normal” y estuvimos todos juntos y además nos sirvió para comentar entre todos las experiencias vividas el día anterior y hacer alguna que otra partida con un minusculo tablero magnético, algunos lo aprovecharon para descansar (ejem, José Luis). A la salida de la Estación vimos un impresionante edificio de la época en que la URSS tenía una fuerte influencia sobre este País, destacar que a los Polacos en general no les gusta demasiado, podría ser debido a que el coste de este edificio se podría haber dedicado a la creación de un Metro en la Ciudad, si les sirve de consuelo en España hay muchas decisiones políticas que no siempre llevan a la mejor solución, algunos en la salida de la tarde se decidieron a subir al mirador de este impresionante edificio, otros prefirieron la seguridad del suelo (Joan R. y Joana) al llegar al Hotel vimos que estaba bastante mejor que el anterior en Cracovia y en la Hall de entrada había un mural con motivos ajedrecísticos (por tanto tocó la foto de rigor) pero no nos dio demasiado tiempo a fijarnos en sus habitaciones ya que teníamos que ver esta ciudad, destacar que la misma tiene un encanto diferente a Cracovia y Poznan pero no por ello inferior, la lástima como en el resto de ciudades visitadas es que solo pudimos disfrutarla superficialmente, pero estuvo muy bien. El “Stare Miasto” o Centro de la Ciudad, es muy atractivo, con unas murallas muy bonitas y la plaza del Castillo Real junto con la Columna de Sigfrido es muy bonita (adjuntaremos información sobre la misma, aportada por nuestro especialista en Historia, Pablo Sánchez), por la noche el tiempo se puso un poco tonto y empezó a llover y buscamos refugio para cenar en un Restaurante de la misma plaza, comimos bastante bien, pero pasando un poco de calor (mucho), pero al estar todos juntos este pequeño contratiempo fue superado, después la expedición se dividió entre los que querían seguir un poco más y los que ya tenían las pilas bien gastadas, había que afrontar con energías el próximo día 12 con salida muy temprana hacia Zbaszyn.